sábado, 23 de enero de 2010

Delincuencia en la ciudad: ¿aumento o continuidad?


En los últimos meses la urbe está sufriendo un número considerable de robos. Y esto es una evidencia que nadie puede negar; las cifras “cantan”. Ya se sabe, los tiempos de crisis es lo que tiene. Pero, ¿alarma social o alarma informativa? Con la poquedad de datos únicamente la policía sabe realmente si esto es así, dado que a los medios no les llega toda la información disponible y éstos, a su vez, informan de lo que les viene en gana.

Por nuestra parte opinamos que, por un lado hay cada vez más miembros de los cuerpos de seguridad del estado pululando por las calles -con aumento incluido de cámaras de vigilancia- pero por otro que su ascenso es gradual al de la delincuencia organizada. Y si la solución es poner un policía o una cámara en cada esquina, mal andamos. “Eduquen a los niños y no será necesario castigar a los hombres” Pitágoras. Ésta podría ser la máxima para comenzar el cambio, pero en un momento en el que priman otros intereses no servirá de mucho.

Tal vez deberíamos de preguntarnos por el motivo de este aumento, su agresividad, y por el carácter de estos nuevos ladrones (jóvenes la mayoría). Y a los que les corresponda, que asuman su responsabilidad al respecto. Pero son tantos los factores que influyen en esta problemática, tan antigua como la vida misma, que hacer “política” al respecto basada únicamente en la mano dura, que no estaría de mal en muchos casos, es tan demagógico como pensar que todos los delincuentes son inmigrantes. Aunque eso no quita a que pidamos su retorno llegado el caso...
Al César lo que es del César, y a Salamanca lo que es de Salamanca.

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