miércoles, 20 de enero de 2010

Bancos o cajas... ¡y qué más da! (sobre la fusión de Caja Duero)


Un gran revuelo se ha generado estos últimos días en Salamanca en torno a la fusión de Caja Duero con Caja España. Cuestiones de índole política y económica se han discutido aunque para la inmensa mayoría de los ciudadanos han pasado casi de puntillas (craso error). Será que con llegar a fin de mes muchos tenemos suficiente. Sin embargo, esta discusión nos sirve para traer a colación el problema que actualmente afecta a cajas y bancos por igual, aunque ambas entidades tengan orígenes y fines -en principio- aparentemente distintos. En grandes líneas las cajas de ahorro son entidades sin ánimo de lucro y que están obligadas a destinar parte de sus beneficios a actividades sociales. Frente a las mismas los bancos, entes completamente privados, cuyo fin es siempre lucrativo y si dedican alguna parte de sus fondos a acciones sociales es por pura imagen o simple coincidencia. Eso sí, modus operandi idéntico en uno caso y en otro (salvando algunas variables).

Si uno se queda con la teoría pensará que todo queda bastante claro, que para qué vamos a los bancos entonces, pero no todo es como parece. Cierto que las cajas, como ya hemos indicado, tienen que dedicar parte de sus beneficios a las susodichas obras sociales y que los bancos no, pero... ¿hay algo más? Los tipos de interés en cajas y bancos son igual de desorbitados, ambas te hipotecan de por vida del mismo modo (cuando te dejan), especulan con el dinero -recordemos el motivo de la crisis actual y de los millones de parados- y las dos sacan enormes beneficios a nuestra costa (si no tuviésemos ya suficientes chupatintas). He incluso te desahuciarán igualmente si se da el caso. En el fondo, para muchos es la misma usura pero maquillada, en el caso de las Cajas, de “obra social”. Y esto puede que tenga más delito aún si cabe, dado que ninguna obra social puede fundamentarse en acciones injustas para poder llegar a las mimas. Sería el colmo del cinismo.

En fin, que no queremos ni migajas ni robos, queremos lo que es justo; y desde el principio hasta el fin el carácter social y solidario, el interés de la comunidad popular, debe de primar por encima de todas estas entidades (sin excepciones). Por eso que el MSR mostrase su total indiferencia ante estos sucesos, aunque eso no significa que no se solidarice con los posibles trabajadores que irán a la calle o que muestre su disconformidad ante el menor número de obras sociales que serán llevadas a cabo en la ciudad. Lo cortés no quita a lo valiente.

Para terminar: encuentra las diferencias entre ambas fotografías. Una corresponde a una caja y otra a un banco. Si no ves más detalles… vas bien encaminado.

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