Este martes pasado ha sido detenido un joven traficante que intentó vender droga a un agente vestido de paisano en el Parque de San Francisco. Marroquí, aunque eso sea lo de menos (nos repugnan los vendedores tanto como si son de aquí como si son de fuera). En un pequeño recuadro de la misma noticia se recordaba que hace tan sólo un par de años otro individuo fue condenado por intentar vender cocaína a dos policías de paisano en la plaza de San Justo. ¿Os suena de quién hablamos? Sí, ese señor -y otros muchos más que pululan por la zona- que tendrá unos cuarenta años, bigote y tez morena. Y que a todo el mundo, sin excepción de edad o condición, ofrece toda clase de drogas a plena luz del día y sin pudor alguno. Y eso que ya ha sido condenado… Hay por tanto dos opciones: o la policía mira a otro lado o no le pueden detener por no portar la cantidad suficiente de estupefacientes. Cosas incomprensibles de la ley. Si por nosotros fuese, aunque solamente sea por su carácter reiterativo, se pasaría unos cuantos añitos entre rejas.
Estamos cansados de tanta droga, blanda o dura nos es indiferente, pero sobre todo estamos cansados de ver cómo la ley y la justicia no cumplen, cómo los políticos olvidan su responsabilidad, cómo desde la TV y los medios de comunicación de masas se promueve un tipo de persona “amiga” de las drogas y del consumo, y del “aquí no pasa nada”. No está de más recordar que España es el país de la U.E. con mayor consumo de cocaína, drogas de diseño y hachís. Evidentemente así es como nos quieren a las juventudes y al pueblo en general: pasivos, adormecidos y drogados.
¡Fuera drogas de nuestros barrios!
¡Basta de impunidad generalizada!
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