Mia Carolina Charris, ¿primera ‘salmantina’?

Los comienzos de este nuevo año 2009 nos traen otra noticia más que anuncia lo que ya hemos comentado varias veces, tanto de manera oral como escrita: ¿Está el pueblo salmantino, y por extensión el pueblo español y europeo, condenado a su desaparición? Nosotros no somos Nostradamus, ni queremos serlo, pero la realidad nos demuestra que nuestra afirmación no va tan mal encaminada. Como decía el título, la primera nacida en Salamanca, Mia Carolina Charris, evidentemente no es salmantina sino colombiana. Nuestra enhorabuena a sus padres, sincera y total, pero sin ser esto óbice para reconocer que esta niña jamás podrá ser salmantina por mucho DNI que porte. Coca Cola y los “anti-globalización”, las dos caras de una misma moneda, nos podrán decir que sí pero es que hay que cosas que algunos, por mucho que quieran, no podrán entender jamás. No podrán entender nunca que ser salmantino es mucho más que un papel, que una generación viviendo aquí o que un lugar de trabajo. Salamanca son unas tradiciones específicas, una cultura propia, unos pensamientos innatos, un espíritu especial, una sensibilidad… en pocas palabras: una concepción de la vida completamente diferente a la de otros países. Ni mejor ni peor, sería absurdo afirmar o negar esto, pero sí diferente a todos las demás. Y así queremos que continúe. Pero de hacer lo contrario nuestra ciudad dejará de ser lo que es. Porque queremos ir a Medellín y ver paisas, porque queremos ir al Fez y ver fasis y, por lógica, porque también queremos ver en Salamanca charros (ya es hora de recuperar este término que ha sido elegido para denominar a los marginales de nuestra comunidad local) y no una amalgama de personas venidas de todo el mundo con el detrimento total de los que aquí escriben estas líneas y nos leen.
No creemos que esto suponga ninguna mentira, con bajar a la calle se podrá comprobar aquello que aquí denunciamos, o estemos afirmando una barbaridad. Pero lo ‘políticamente correcto’, al modo de Gran Hermano, nos vigila y sus pupilos ya se encargan de silenciar las voces discordantes al respecto. Eso sí, no estará de más tampoco recordar, de cara al futuro, que ha sido con el PP cuando Salamanca ha sufrido este cambio demográfico y cultural que cada vez se palpa más en nuestra ciudad. Aviso por tanto para navegantes: Cuando quieran poner remedio al mal que ellos mismos han provocado -como hacen siempre-, se nos presentarán de nuevo como adalides de Salamanca y de su identidad. Entonces, allí estaremos, una vez más, para recordarles sus mentiras y desprecios contra el pueblo salmantino.